El sombrero

 

En la moda masculina de antaño destacaba como complemento el sombrero, que aportaba un notable toque de elegancia. Hoy, en cambio, resulta muy poco habitual ver por la calle a un hombre trajeado y con él. A modo de ejemplo, este dibujo evoca los años cincuenta. Como se puede comprobar, tenían una estética peculiar. Glamourosa. Lo que han cambiado los tiempos y conceptos a la hora de vestir...

Aquel vaquero

 

He aquí a una de las inolvidables estrellas de las películas del Oeste. John Wayne parecía haber nacido para aquel tipo de papeles. Representaba magistralmente al vaquero de turno. Pero practicó también otras temáticas cinematográficas, demostrando siempre una enorme calidad interpretativa. Fue un grande entre los grandes del mundo actoral. Por esa razón nunca será olvidado. Eterno JW.  

Inolvidable

 

Este producto tan conocido fue muy importante en la alimentación de millones de españoles. Muy importante, sí. De hecho, se llegó a hablar, y no sin motivo, de la "Generación del Pelargon". ¡Qué inolvidable! El ayer eterno.

Aquellos tocadiscos

 

Cuánto ha cambiado con el paso del tiempo todo lo relacionado directa o indirectamente con la industria de la música... Por ejemplo, los tocadiscos. Este que vemos en la foto tiene un entrañable toque camp, nostálgico. Así fue, sí, el ayer a la hora de escuchar los éxitos de los cantantes/grupos de moda, en casa o en un guateque. Todo, inolvidable.

Bugs Bunny

 

De niños veíamos en TVE las aventuras del famoso Bugs Bunny, "el conejo de la suerte". Eran en blanco y negro, pero nuestra imaginación las llenaba de color. Este ídolo infantil, creado en Norteamérica por la factoría Warner, triunfó en todo el mundo y resulta inolvidable para quienes peinamos canas. ¡Qué dibujos animados aquellos! 

Literatura eterna

 

¡Qué bonitas eran aquellas publicaciones que leíamos de niños y jovencitos! He aquí una que me encantó. La obra de Julio Verne es una maravilla de principio a final. De sobresaliente "cum laude". Las aventuras y desventuras del gran César Cascabel, artista nómada, y su excelente familia nunca dejarán de ser tan fascinantes como entrañables. Verne las narra con insuperable maestría.

Aquellos sobres

 

Son inolvidables aquellos populares sobres de la marca "Montaplex". He aquí uno para niñas (los había también para niños). Resultaba emocionante comprobar qué traían en su interior; separar después aquellas piezas o mini-muñecos, jugar con ellos, etc. Estos juguetes de kiosko eran tan sencillos como baratos e ingeniosos. Fomentaban de verdad el desarrollo de la imaginación infantil.

Aquellas maletas

 

Las maletas han cambiado muchísimo con el paso de los años. De la estética de las de antaño a la estética de las de hogaño... la diferencia es enorme. Las del pasado eran casi todas como la que vemos en la imagen adjunta. Resulta, pues, evidente que poco tienen que ver con las que se venden hoy. En diseño, al menos, muy poco... 

Aquellas series...

 

La tele-historia de España está llena de producciones internacionales y nacionales inolvidables. Una de las internacionales de ambiente policiaco fue "Kojak". La veíamos en TVE. ¡Inolvidable personaje aquel que representaba el gran Telly Savalas, chupa-chups incluído! Acción a tope, aventuras... Lo dicho: "Kojak" nunca se borrará de la memoria de quienes la contemplamos capítulo tras capítulo.

Otra gran película

 

Este atractivo cartel nos invita a recordar una gran película estrenada en el año 1952. Las aventuras del gran "Ivanhoe" eran, son y serán por los siglos de los siglos... apasionantes. Y aquí están magistralmente dirigidas por Richard Thorpe. ¡Qué director y qué elenco de actores! Todo es en el film de sobresaliente "cum laude". Pase el tiempo que pase, aquel tipo de cine resulta fascinante. No pierde nada de su encanto. 

Aquel billete

 

Quien antaño tenía en la cartera un billete como este que vemos en la foto, poseía un pequeño-gran tesoro. Con uno de quinientas daba para comprar muchas cosas y regresar a casa con dinero. Comparado con algunos billete de hoy, pues... En fin, para qué comentar. Por múltiples motivos, inolvidable billete azul.

Aquel personaje

 

El éxito de la serie "Curro Jiménez", que veíamos en TVE allá por los años sesenta, fue impresionante. Batió récords de audiencia entre la fiel clientela de la pequeña pantalla. Y con motivo, pues era magnífica. El popular actor Sancho Gracia bordaba su papel y mi paisanuco Mario Camus dirigió con la maestría que le caracterizaba algunos capítulos. ¡Qué gran producción aquella! Cuánto se añora...

Aquellos clásicos

 

¡Qué bonitas eran las publicaciones de clásicos que leíamos de chavales y adolescentes! Recuerdo, por ejemplo, las del genial Julio Verne, uno de esos autores que fomentan de verdad la pasión por los libros. Esta portada de una -corresponde a la popular colección de cuadernillos "Joyas literarias juveniles"- resulta muy entrañable. Siempre era magnífico el texto/resumen. Y también magníficos los dibujos, empezando por la portada.

Remedio eficaz

 

Determinadas cosas trasladan de inmediato al pasado. He aquí otro ejemplo. Esta era la mercromina con la que mamá curaba las heridas que, de niños, nos hacíamos en la calle jugando con los amigos del barrio. Escocía, dejaba huella de color durante una temporada... pero resultaba eficaz. ¡Ay! ¡Qué años los de la infancia! Emociona recordarlos.  

Aquel cenicero

 

En otros tiempos fumaba mucha más gente que ahora. Y se puso de moda tener en casa este cenicero, que solía colocarse en la mesa del salón. Se presionaba en su parte superior/negra y se abría la inferior, con lo que caían al interior del recipiente la ceniza y las colillas. Al dejar de presionar, el invento se volvía a cerrar. El ayer, resumido en un objeto.

Aquellos actores

 

Sin duda, Vicent Price evoca la mejor época del cine. Protagonizó películas de éxito mundial. Una, "Los crímenes del museo de cera" (estrenada en 1953). Dirigió aquel impactante largometraje André de Toth y firmó el guión Crane Wilbur. Price borda su papel. Este actor estadounidense nació el 27 de mayo de 1911 y falleció el 25 de octubre de 1993. Su huella artística es indeleble. ¡Qué grande!

Aquella tinta

 

Son inolvidables los años del cole. Sí, aquellos en los que escribíamos gracias al pizarrín, la tinta Pelikan y el plumín. Detalle al respecto:  los pupitres tenían un agujerito para meter el frasco y una hendidura longitudinal para colocar el plumín. Eran tiempos de "secante", borrones y lío cada vez que -¡oh, mala suerte!- se caía el tintero. Si se caía y no tenía puesta la tapa...

Aquel invento

 

De como escuchamos hoy la música a como se escuchaba antaño... ¡Qué diferencia! He aquí un gramófono, en el que se colocaban los inolvidables discos "de pizarra". ¡Cuánto han cambiado, para bien, algunas cosas con el paso del tiempo! Este ejemplo lo demuestra de manera clarísima. Lo que sí tenía aquel aparato era gran encanto estético. Salta a la vista. Ayer, entrañable ayer. 

Aquellos coches

 

Esta imagen nos permite contemplar un coche que fue importante en España, del que se vendieron miles y miles de unidades. El "Simca 1000" es inolvidable por múltiples razones: su estética, su confort, su avance respecto a otros automóviles de la época, etc. Siempre resulta entrañable evocar el ayer sobre ruedas. Como dice la canción, "el tiempo vuela, pero el recuerdo siempre queda..."

Aquellas películas

 

Año 1965. Este magnífico cartel, obra de "Jano", evoca otra de las exitosas películas del añorado cine español. "Un beso en el puerto" se rodó en pleno triunfo del inolvidable cantante Manolo Escobar, que llenaba los teatros, las plazas de toros, etc., para verle en directo. En el mundo cinematográfico trabajó también estupendamente. Era un gran artista. Muy carismático. En el citado largometraje le dirigió Ramón Torrado y su compañera artística fue Ingrid Pitt.

Aquel teléfono

 

Resulta curioso comprobar el efecto que crea en la mente el paso del tiempo. Cuando no existían los móviles, este teléfono de la foto fue algo moderno y elegante. Tenerlo en casa o la oficina significaba darle al lugar un toque de vanguardia y clase. Hoy, en cambio, es algo "vintage". En pleno imperio de la telefonía móvil, un fijo se convierte en símbolo de lejanas décadas. Aunque a veces no lo parezca, existió el ayer. Y fuimos felices con él.

Aquellas estrellas

 

Hay artistas cuya imagen traslada de inmediato a un área del espectáculo. He aquí un clarísimo ejemplo. Ver una foto de Ingrid Bergman significa... estar en el cine. ¡Qué películas protagonizó! Todas, de huella indeleble. Todas, inolvidables. Ingrid fue una intérprete magnífica, de impresionante personalidad. Y muy carismática. Siempre se la recordará con admiración.

Aquellos patines

 

Esta imagen activa en la memoria de los adultos que peinamos canas otro recuerdo entrañable. Cara del asunto: a los chavales nos encantaba tener unos patines, invento ideal para jugar y valorar el equilibrio. Cruz: si no se dominaban, la caída estaba garantizada. O sea, el culazo (que salía doler bastante). Con cosas así de sencillas lo pasaban pipa unos cuantos, en tiempos muy distintos a los actuales, gracias a los siempre generosos Melchor, Gaspar y Baltasar.  

Aquellos personajes

 

He aquí otro personaje inolvidable de dibujos animados. Le veíamos los niños a través de TVE y en b/n. Es inolvidable. "Popeye" fumaba en pipa y estaba muy fuerte porque comía espinacas. Salta a la vista que aquellos ídolos populares tenían un encanto especial, no superado por la mayoría de los que décadas después intentarían sustituírles en la preferencia de los peques. Entrañable "Popeye" el marino.

Aquellos álbumes

 

Los álbumes de cromos eran una maravilla. A los chavales nos encantaba coleccionarlos. ¡Qué ilusión nos hacía ir al kiosko con unas pesetucas a comprar sobres! ¡Qué emoción abrirlos en casa y comprobar si salían algunos que no teníamos! Es inolvidable la lista con los "repes" para intercambiar con otros niños. Y el placentero acto de pegar los cromos en la página/casilla correspondiente. En la imagen adjunta vemos la portada de un álbum de la popular editorial "Maga". 

"Sandokan"

 

Ciertos personajes y actores son inolvidables. He aquí un claro tele-ejemplo: "Sandokán" y Kabir Bedi (foto). La popularidad que alcanzaron gracias a la pequeña pantalla la serie y su protagonista fue enorme, extraordinaria. ¡Cuanto se añora hoy poder ver tanto en la cadena pública como en las privadas una producción así de bonita! O sea, llena de aventuras e ideal para contemplar en familia.

La "carta de ajuste"

 

Durante muchos años, antes de que comenzara la emisión, los españoles veíamos cada día en nuestra tele en b/n la popular "carta de ajuste". Era lo que aparecía en pantalla mientras sonaba música de fondo. Entonces, la mayoría no teníamos ni idea de para qué servía. Pero al no haber otra cosa... de vez en cuando la contemplábamos. Aquella imagen es inolvidable, otra huella eterna del ayer. 

Aquel libro

 

He aquí un libro inolvidable, una enciclopedia buenísima que forma parte muy destacada de la historia del sistema educativo español. La Enciclopedia Álvarez contenía toda la sabiduría y por etapas de edad. Fue una magnífica obra. Siempre será, pues, un referente dentro de su sector. Lo bueno, resulta inolvidable.

Una estrella

 

Contemplar cualquier foto en la que aparezca Shirley MacLaine -he aquí un buen ejemplo- significa recordar a una de las mejores artistas de la historia del espectáculo. Fue referente del cine y otros ámbitos de la interpretación. Al evocarla parece que la estamos observando en acción en "El apartamento", obra eterna del genial Billy Wilder. En tal film está encantadora, carismática. Perfecta. Añorada e inolvidable SM.

Aquellos "sobres"

 

Son inolvidables los llamados "sobres-sorpresa". Tanto los niños como las niñas (que para ambos había) acudíamos a los kioskos de chucherías, prensa, etc., a comprarlos. Permitían dejar volar la imaginación. Su pequeño contenido creaba un micro-mundo en el ámbito de los juegos caseros y callejeros. En esta foto vemos uno de chicas. Para chicos los había de batallas, el far-west, deportes... ¡Qué barata fue antaño la felicidad!

El billete "de cien"

 

He aquí un billete inolvidable. ¡La de cosas que se podían comprar con él! Tener un billete así en la cartera significaba disponer de algo importante. Y tener uno de quinientas, para qué contar. Y uno de mil... ¿Qué se puede comprar hoy en euros por cien pesetas de las de antes? Lo que han cambiado los tiempos... ¡Añorado billete marrón!