Resulta curioso comprobar el efecto que crea en la mente el paso del tiempo. Cuando no existían los móviles, este teléfono de la foto fue algo moderno y elegante. Tenerlo en casa o la oficina significaba darle al lugar un toque de vanguardia y clase. Hoy, en cambio, es algo "vintage". En pleno imperio de la telefonía móvil, un fijo se convierte en símbolo de lejanas décadas. Aunque a veces no lo parezca, existió el ayer. Y fuimos felices con él.
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