Para invento genial, el "Tipp-Ex" líquido. Resultó un impresionante avance respecto al de papel, que ya era una útil idea. El líquido permitía corregir muy bien con el pincelito los textos escritos a máquina; cambiar rápidamente letras, palabras y frases. Su manto blanco, que soplando secaba pronto, posibilitaba seguir dándoles a las teclas sin necesidad de tirar el folio a la papelera y tener que empezar otro. ¡Inolvidable!
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