Un héroe eterno

 

El guionista Víctor Mora y el dibujante Francisco Darnís crearon a finales de los cincuenta un héroe eterno: El Jabato. Los niños se lo pasaban pipa con sus aventuras, en las que demostraba una audacia ilimitada. Qué años aquellos en que los tebeos (éste a 1,50 pesetas) reinaban en el territorio del entretenimiento infantil. El impacto del personaje se demuestra con una expresión coloquial aún viva: "¡Estás hecho un Jabato!", aplicada a quien afronta con valor cualquier adversidad.

El "Tamagotchi"

 

Este juguete japonés de pequeño tamaño -que incluía una mascota virtual con vida propia, de la que propietario debía estar atento porque si no hasta podía fallecer- triunfó entre los niños a finales de los noventa. Se vendieron millones de unidades en todo el mundo. Muchas, en España. El "Tamagotchi" resultó un paradigma de la electrónica aplicada al entretenimiento, logrando por su originalidad conceptual y formato una fama enorme. ¿Le manejó usted, lector o lectora del blog? 

Un "niño-prodigio"

 

Para éxitos de taquilla del cine español, las películas de Joselito. Se llenaban las salas en pueblos y ciudades gracias al "niño-prodigio" que interpretaba perfectamente como actor sus papeles y cantaba como los ángeles. Este magnífico cartel dibujado y pintado por el también genial "Jano" nos recuerda uno de aquellos largometrajes en los que Joselito demostraba su talento y carisma de artista sin igual. ¡Qué tiempos cinematográficos!

Aquel tabaco

 

En nuestro país, una de las marcas más populares de tabaco fue antaño esta que vemos en la foto. ¿Razón? Era de las más baratas (si no la más). Por ello la venta estaba asegurada, que pocas carteras se podían permitir determinados lujos. Los "Ideales", de inolvidable aspecto y contenido, disponían de una clientela tan numerosa como fiel. ¡De cuántos labios colgaron!

Aquellos coches

 

He aquí el anuncio que se publicaba en la prensa para promocionar un coche muy popular en España hace muchas décadas. Como se decía coloquialmente, el "850" era "una máquina" y "tiraba muy bien". SEAT vendió gran cantidad de unidades. Este modelo formó parte cotidiana del paisaje en nuestras carreteras. La publicidad indica: "Velocidad máxima 135 Kms./hora", "Consumo 6,5 L/100 Kms.", "Caja de cambio: 4 velocidades sincronizadas y marcha atrás". ¿Su precio? 80.000 pesetas. ¡Qué precio! El ayer sobre ruedas. Así eran los coches. Así. 

Pippi Calzaslargas

 

El 9 de noviembre de 1974 estrenó TVE la serie infantil sueca "Pippi Calzaslargas", protagonizada por Inger Nilsson. Desde el primer capítulo alcanzó un extraordinario éxito de audiencia tanto entre los peques de cada casa como entre los adultos. El genial personaje creado por la escritora Astrid Lindgreen era tan especial que no dejaba indiferente a nadie. ¡Cuánto se añoran en la tele actual producciones como aquella! Inolvidables Pippi & Cía.

Un personaje inolvidable

 

Estuvieron antaño muy concurridos los cines para ver las películas de "Drácula" (en la imagen adjunta, el programa de mano de una). Con los largometrajes "de miedo" la clientela lo pasaba bien a pesar de pasarlo mal. Tal contradicción la sentimos muchos ante la pantalla. De vez en cuando había que cerrar los ojos para no ver la acción, pero al final salía uno satisfecho de la sala. Inolvidable personaje "Drácula". ¡Qué buena idea tuvo Bram Stoker! Sin duda, creó un tipo a la medida del gran actor Christopher Lee, quien le dotó de plena credibilidad cinematográfica.   

Aquel cenicero

 

En otros tiempos, el cenicero más popular de España fue el de "Cinzano" (foto adjunta). Estaba en las mesas de todos los bares y cafeterías. Constituyó una eficaz acción comercial de la marca. Se vaciaba con suma facilidad/rapidez y si se caía al suelo, no importaba: era de hojalata. Su imagen invita a viajar a un ayer que nunca volverá, a un ayer de vida muchísimo más sencilla que la actual. ¡Qué recuerdo tan simbólico!

Chicho Ibáñez Serrador

 

Uno de los profesionales de mayor talento que han trabajado en TVE fue Chicho Ibáñez Serrador (foto). Cualquiera de sus programas resulta inolvidable. Desde "Historias para no dormir" hasta el "Un, dos, tres", sus obras son paradigmas de creatividad y entretenimiento para todos los públicos. Se añoran, pues, viendo la mayoría de productos que ofertan hoy tanto los canales públicos como los privados. Chicho sabía hacer perfectamente las cosas. Les daba un inconfundible toque personal, muy de autor. Siempre será recordado con infinita admiración.

La máquina de coser

 

"Singer" (foto), "Alfa" y otras populares marcas destacan en la historia doméstica de numerosas familias españolas. Con sus máquinas se cosió a diario ropa y más ropa para los miembros de cada casa y también, a veces, con el fin de ganar unas muy necesarias pesetucas, para otras personas. La imagen de tan eficaces ingenios mecánicos sigue resultando entrañable, emotiva. Ver una máquina de aquellas implica trasladarse a un ayer igual de lejano que, por múltiples motivos, inolvidable.

La leche "en bolsa"

 

Antaño fue una gran novedad comercial la venta de leche "en bolsa" (vemos en la foto adjunta dos unidades). Llevar a casa la leche en una bolsa de plástico era algo curioso. ¿Cómo funcionaba después el asunto? Se cortaba la bolsa por uno de los picos. Pero antes de usar la tijera, para evitar la pérdida del contenido solía introducirse en una jarra. El aspecto de tan original envase y la peculiar sensación que provocaba al tacto resultan inolvidables. A los críos, por supuesto, nos llamaban la atención. ¡Qué tiempos aquellos en los que todo sorprendía!

Los calendarios "de bolsillo"

 

Unos calendarios muy populares en otros tiempos fueron los "de bolsillo" (en la imagen, ejemplo). Se regalaban en comercios, talleres, bares, etc. En una cara estaba impreso el calendario y en la otra una foto de variada temática. Ahora los calendarios se encuentran en el móvil, genial invento convertido en cajón de sastre. Pero los del móvil carecen de algo muy práctico que tenían los "de bolsillo": ¡la regla! Pasado y presente.

El "Cinexin"

 

La empresa catalana Exin (Exclusivas Industriales Sociedad Anónima) alcanzó un gran éxito de ventas desde el inicio de la década de los setenta con su producto "Cinexin". Es inolvidable aquel pequeño proyector gracias al cual se podían ver en cualquier pared de la casa películas infantiles. Ejemplos: las de la Pantera Rosa, el Pato Donald, Goofy, Mickey, Pluto, etc. ¡Cómo lo pasaban los chavales dándole a la manivela, avanzando o retrocediendo la acción! Magnífico juguete el "Cinexin", muy solicitado cada año a los Reyes Magos. "El cine sin fin" y de diversión garantizada. 

Aquella merienda

 

A quienes tenemos unos cuantos años, esta imagen nos traslada de inmediato a la infancia. Forma parte, en consecuencia, de los recuerdos más entrañables. El pan y el chocolate protagonizaron la merienda de muchas tardes. Añadiéndoles un vaso de leche, se alcanzaba la cumbre de la felicidad alimenticia. Por cierto. Mamá nos daba con el trozo de pan un poco de chocolate, no toda la tableta para comer de ella lo que quisiéramos. Unas onzas. El siempre escaso contenido de la cartera no permitía lujos. Inolvidable ayer.

El Gordo y el Flaco

 

Hay parejas artísticas inolvidables. He aquí un ejemplo: El Gordo y el Flaco. O sea, Oliver Hardy & Stan Laurel. Estos magníficos artistas forman parte muy destacada de la Historia del Cine. Su simpatía era extraordinaria. Destacaba en ella su dominio gestual (para muestra, la foto adjunta), uno de los pilares del cine mudo. Cualquier película que protagonizaron garantiza las carcajadas tanto entre los pequeños como entre los mayores. El Gordo y el Flaco no han tenido sucesores en el estilo que crearon. ¿Motivo? Dejaron el listón del humor demasiado alto. ¡Inalcanzable!  

Los "recortables"

 

Por ser muy baratos, en España se convirtieron los "recortables" en uno de los juguetes más vendidos y populares de lejanas décadas. Era necesario utilizar la tijera con el máximo cuidado para siluetearlos perfectamente. Una vez hecho, permitían activar al máximo la imaginación. Los había para niñas (en la imagen adjunta, un ejemplo) y para niños, generalmente de temática bélica, el Far West, etc. Muchos nos lo pasamos pipa con los "recortables". En consecuencia, siempre serán un feliz recuerdo infantil. 

La caja de arenques

 

La caja redonda de arenques nos ubica en las añoradas tiendas de "ultramarinos". Solía presidir su exterior, pues el aroma que desprendía el producto resultaba muy intenso. Aquellas tiendas (en las que, por cierto, solía destacar el letrero "Se fía") con el tendero de lápiz en la oreja para hacer en papel de estraza las cuentas de cada venta. Un arenque era un manjar, pero estaba bastante duro. Por ello solía reblandecerse en casa aplastándolo, sin quitar su envoltura, en el marco de la puerta. ¡Ay, qué cosas! ¡Ay, qué tiempos tan distintos a los actuales! Existió el ayer, sí. 

La "carta de ajuste"

 

En la tele del blanco y negro fue una imagen popular la denominada "carta de ajuste". Precedía cada jornada el inició de la programación. Decían los expertos que se creó para ajustar la señal, los brillos, los tonos, etc. Por supuesto, los clientes del medio no teníamos ni idea de qué podíamos hacer con ella; nos limitábamos a contemplarla unos segundos mientras TVE emitía de fondo música clásica. Es evidente que determinados recuerdos televisivos permanecen muy frescos en la memoria. He aquí un ejemplo.

Las cabinas de teléfono

 

Casi todos los que peinamos canas hemos llamado alguna vez a alguien por teléfono desde una cabina como la que nos muestra la foto adjunta. ¡Qué remedio! Ya nos hubiera gustado tener entonces un móvil, ya... Con frecuencia había que hacer cola para entrar en el estrecho habitáculo e introducir en su aparato las monedas que posibilitaban la comunicación con otro ser humano. Como tantas y tantas cosas en su día importantes, las cabinas callejeras forman parte de lo que el tiempo se llevó.  

La goma "Milan"

 

Iniciado el curso escolar se activan en la memoria cosas entrañables. Ejemplo: lo que llevábamos a clase en la cartera además de los libros y las libretas. O sea, las pinturas "Alpino", el lapicero, el sacapuntas, el compás... Y la goma de borrar "Milan". Así, sin acento. Recuerdo la normal (foto adjunta) y la de nata. Esta goma sigue fabricándose en la empresa española donde se creó, que exporta con éxito sus productos a numerosos países. Resulta curioso comprobar cómo un objeto traslada de inmediato a lo mejor del pasado. 

La "romana"

 

En una balanza "romana" como esta de la foto se pesaron antaño muchos productos de alimentación. Muchos. Bueno, productos de alimentación... y algún que otro bebé, que de todo hubo en la viña del Señor. Es un objeto que forma parte de los recuerdos de un tiempo lejano, pero en determinados ámbitos de población no tanto como los jóvenes de hoy podrían suponer. Por cierto: su mecánica no fallaba. Era un aparato siempre fiable. Y eterno, pues no se fabricaba con "obsolescencia programada".  

"La cara de tu retrato"

 

De chavales lo pasabamos antaño muy bien con cosas muy sencillas. Por ejemplo haciendo aquel famoso dibujo del 6 y el 4 unidos, mientras decíamos "Un seis y un cuatro es la cara de tu retrato". Tenía especial encanto realizarlo con un dedo en el cristal de cualquier ventana cuando estaba empañado. ¿A que lo recordáis, amigos del blog? ¿A que lo hicistéis más de una vez? El feliz ayer. 

Calculadora "vintage"

 

Esta calculadora que vemos en la foto, objeto que hoy desprende un intenso aroma "vintage", fue importantísima en otros tiempos. Y una modernidad. Gracias a ella no resultaba necesario que el tendero se quitara de la oreja el lapicero para hacer las cuentas en papel de estraza. La técnica resolvía el asunto. Era habitual encontrarla en los mostradores de comercios, empresas, etc. ¡Entrañable recuerdo!

Aquellas latas

 

Las latas más populares de la Historia de España son las de "Cola-Cao", afamado "alimento de la juventud". Se habla ahora mucho del reciclaje de objetos, pero ese concepto no es nuevo: ya lo creó la empresa que elaboraba tal producto, aplicándose en millares de domicilios. Fueron aquellas latas, de segundo uso planificado, un paradigma de idea comercial brillante. Y práctica. Su atractiva imagen se ha convertido en símbolo de una época. 

Un "spot" inolvidable

En la historia de la televisión en nuestro país ha habido muchos anuncios de gran impacto. He aquí un ejemplo de los años ochenta. TVE. Manuel Luque, director general de la empresa elaboradora, promociona mediante un acertadísimo spot el popular detergente "Colón" de "fórmula extra". Es inolvidable aquello de "busque, compare y si encuentra algo mejor... ¡cómprelo!". Magnífico slogan.

Aquel "teléfono"

 

En la foto vemos el primer "teléfono" que utilizamos muchos niños. Que utilizamos... y construímos. El invento funcionaba. Parecía algo mágico. Nos preguntábamos entonces: "Cómo es posible que las palabras circulen por la cuerda?". Eran años con muy pocos medios económicos para tener según qué juguetes, por lo que las carencias se suplían a base de imaginación. He aquí un claro ejemplo.

El "Yo-Yo"

 

Los de hoy están todo el día con el móvil en las manos, pero los niños de antaño nos entreteníamos con inventos tan baratos como el "Yo-Yo". En esta foto vemos uno. ¿Cómo funcionaba? Se enrollaba en él la cuerda atada al dedo índice o al dedo corazón y se soltaba. Entonces el "Yo-Yo" caía y se autoenrollaba. ¡Incluso algunos hacían con él malabarismos! No necesitaba pilas, no había que cargarlo en ningún sitio. Era igual de sencillo que, en el fondo, la propia vida.

La "Nancy"

 

A finales de los años sesenta la compañía juguetera "Famosa" (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil S.A., creada en 1957) lanzó al mercado a la novedosa muñeca "Nancy", logrando con ella una espectacular cuota de ventas. Ante las numerosas peticiones del mercado, la fábrica elaboró millones de unidades. Aquella muñeca y sus complementos se convirtieron en un triunfo empresarial y en algo siempre muy difícil: en un clásico del sector. En la foto adjunta, una “Nancy” de los años setenta, de la excelente web “Todocoleccion”.

Aquella leche

 

Somos muchos los españoles que formamos parte de la llamada Generación del Pelargon, inolvidable leche infantil "desecada" (coloquialmente "en polvo", para mezclar con agua) de la famosa marca Nestlé. A mediados de los cuarenta del pasado siglo se puso a la venta, convirtiéndose de inmediato en un enorme éxito. Este bote que vemos en la foto, muy popular en su día, forma parte destacada de la historia de los alimentos de España. 

"El Santo"

 

Una de las series televisivas de mayor éxito mundial fue "El Santo". La protagonizaba el actor británico Roger Moore (foto), a quien el papel de Simón Templar le iba como anillo al dedo. Su picardía natural, su sonrisa, su personalidad, encajaban a la perfección en el papel de un Robin Hood trajeado; de un dandy que ejercía de santo sin serlo y conquistaba al público. Especialmente, al femenino. Inolvidables Roger Moore y "El Santo", ídolos de aquella tele (o sea, TVE) en blanco y negro. Tan buena. De huella indeleble en la memoria. Añorada a diario.