De chavales, los kioskos de chucherías eran el Paraíso terrenal. Comprábamos cromos para los álbumes, pipas, gominolas, sobres-sorpresa, tebeos, caretas de cartón y un amplio etcétera de maravillas baratas. Por ejemplo, el famoso "Kojak" de la marca "Fiesta", delicioso y basado en la popular serie de la tele que protagonizaba Telly Savallas. Por fuera era parecido a un chupachups. Y por dentro, un chicle. Dos en uno. ¡Genial invento y felices tiempos!
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