Recuerdo estos sobres. ¿Y usted, estimado lector? Eran para las cartas escritas con destino al extranjero. Resultan inolvidables para quienes, por circunstancias familiares, los conocimos; otro ejemplo de las numerosas huellas indelebles del ayer. Éste, de las cartas con sellos adquiridos en estancos; de las que había que introducir en el buzón callejero. Hoy la mayoría del correo es "electrónico". ¡Qué cosas! Pasado y presente.
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