Uno de los entretenimientos infantiles más populares de antaño fue jugar a la peonza, artículo barato, asequible para la mayoría. En esta foto vemos una perfectamente preparada para ser lanzada al suelo y después cogerla y verla girar en la palma de una mano. Incluso tiene la moneda de dos reales, la del agujero en el centro, ejerciendo de tope para la cuerda. ¡Qué tiempos aquellos, qué añorados! Así nos divertíamos los chavales, sí.
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