La historia del cine está llena de películas maravillosas. Una es "El apartamento". Dirigiendo a Jack Lemmon y Shirley MacLaine en estado de gracia interpretativa, el genial Billy Wilder construyó un largometraje perfecto de principio a final. Todo resulta en él excelente, con el guión como paradigma. Cualquier escena de "El apartamento" (en la foto adjunta, la muestra) es una obra de arte. ¿Año? 1960. Y la vigencia del film sigue intácta. No hay duda: las grandes creaciones son eternas.
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