Muchos chavales soñamos con tener unos patines como los que vemos en la foto. Muy sencillos. Pero por múltiples circunstancias (la más común, fácil de imaginar) no siempre se podía cumplir tal deseo. Y es que como escribió Jacinto Benavente, "en la vida, la mayor parte de los sueños se roncan". Los patines propiciaban a menudo culazos y moratones, pero resultaban divertidos. En otros tiempos, sí, era un entretenimiento infantil callejear sobre ruedas.
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