Porque al parecer obraba el prodigio de abrir el apetito, a bastantes críos nuestras madres nos hicieron beber kina. Había unas cuantas marcas en el mercado: San Clemente, Santa Catalina, etc. En la primera citada (imagen adjunta), su mascota era "Kinito", que llegaba a casa como muñequito si se remitían por carta a la empresa fabricante seis cápsulas. No estaba nada mal, pues, para la clientela infantil el asunto de la dichosa kina. Por cierto. Anunciaba "Kinito" la de San Clemente destacando en el spot que emitía TVE: "¡Da unas ganas de comerrrr...!" Existió el ayer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario