En otros tiempos, los autobuses municipales tenían cobrador. Había que entrar por la puerta trasera y aquel profesional se encargaba de vender el billete como vemos en esta foto. La salida de los pasajeros era por la puerta del medio o la delantera. La figura del cobrador forma parte de lo que el tiempo se llevó: las nuevas generaciones tampoco la han conocido. Hoy su labor la realiza el conductor. Pasado y presente. ¡Qué diferencia!
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