Se hizo muy popular en otros tiempos el buscapersonas, pequeño aparato coloquialmente denominado "busca". Era útil, práctico. Recibías en su pantallita un mensaje, por ejemplo, con el número telefónico de alguien que te quería localizar. Así podías reaccionar de inmediato y llamar a esa persona. Salta a la vista: el ayer tecnológico ha quedado tan superado por las nuevas posibilidades de comunicación que destila un potente aroma vintage. Pero conste en acta que el "busca" -por cierto, muy empleado en el mundo laboral- constituyó un excelente invento.
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