Hay oficios inolvidables, algunos ya casi desaparecidos. Ejemplo: el "afilador". Aquel popular y entrañable profesional (en la foto adjunta, uno en pleno trabajo) se desplazaba de calle en calle, pueblo a pueblo, ciudad a ciudad. Muchos recordamos perfectamente el peculiar sonido de su característico "chiflo"...

No hay comentarios:
Publicar un comentario