¡Qué horror! Todos a oscuras. "¡Se fundieron los plomos!". Hace falta un héroe familiar dispuesto a resolver el problema. Pero antes, se necesita una vela. ¿Una vela? Sí. Y ya. Pues otro lío. ¿Dónde está la vela? ¿Dónde la guardamos la última vez que ocurrió lo mismo? ¿En qué cajón? Ayer, inolvidable ayer doméstico...

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