Cuando antaño se fundían los plomos había que buscar una vela primero y después a un manitas/héroe que afrontara el reto de arreglar el asunto y de colocar aquel invento en su sitio para que volviera la luz. ¡Qué tiempos!
Blog de buenos recuerdos, que selecciona y comenta el periodista y escritor JAVIER RODRÍGUEZ.
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