¡Qué entrañable recuerdo el de aquellos chicles! Y, por supuesto, el de los cromos y regalos que salían en ellos! Recuerdo de los buenos. Muchos mantenemos aún fresca en la memoria de las cosas felices la ilusión que nos hacía ir al kiosko a comprarlos. ¡Qué globos! ¡Cómo lo pasábamos! Ayer, inolvidable ayer.
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