Este cenicero fue una modernidad. Se veía con frecuencia encima de la mesa del salón en muchas casas. El fumador depositaba en él la ceniza y, al acabar el cigarro, la colilla. Después presionaba en la parte superior, giraba el invento y caía todo al fondo... quedando así despejada la superficie. Lo dicho: un paradigma de modernidad. Otro ejemplo del ayer, dulce ayer.
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