Para saber cómo se llaman ciertos objetos/inventos y para qué sirvieron en su día es necesario tener unos cuantos años, unas cuantas canas. He aquí un claro ejemplo que existía en la mayoría de casas y que, por tanto, muchos conocimos y utilizamos cuando éramos bastante más jóvenes que hoy. Su contemplación traslada de inmediato al ayer, activa recuerdos de todo tipo. ¡Qué útil fue la "perilla" de la luz!
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