En las inolvidables tiendas de ultramarinos, que tanto éxito alcanzaron en otros tiempos, nunca faltaba, entre otras cosas, la popular caja redonda con arenques. Sí, llena de aquel pescado saladísimo y delicioso que solía ablandarse en casa aplastándole con la puerta sobre el marco. El citado recipiente (en la foto adjunta vemos uno) era un auténtico símbolo de establecimientos en los que también solía leerse en un cartel "Se fía". Resulta incomparable, pues, este recuerdo con el presente gastronómico y comercial...
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