Nos entreteníamos antaño los niños y jóvenes con cosas como esta que vemos en la foto. Es decir, juguetes de kiosko: sencillos y (aspecto clave) baratos. Sin pilas, sin batería... Poner en orden esos números resultaba menos fácil de lo que parece a simple vista. Había que mover varios para colocar en su sitio cada uno. Doy fe de la complicación del asunto, que exigía altas dosis de paciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario