Una de las películas más populares y de mayor éxito del cine español es "Marcelino, pan y vino". Año 1954. Blanco y negro. La protagonizó el niño Pablito Calvo (foto) y la dirigió Ladislao Vajda. Ambos merecen la nota "sobresaliente": ejercen de modo inmejorable sus tareas. Está claro que cuando un largometraje tiene un guión de calidad, un protagonista de calidad, un reparto de calidad, una iluminación de calidad, una puesta en escena de calidad y una dirección de calidad, traspasa la barrera de los siglos. He aquí un paradigma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario