Las populares latas de "Cola-Cao" permitieron aplicar hace muchos años lo que hoy se denomina "reciclaje". El consumidor sabía que, usado el delicioso producto que contenían, estaba decidido su útil destino en casa, ya que cada una indicaba en los laterales qué debía contener. El almacenamiento ordenado resultaba, pues, común en los domicilios españoles. Y la conservación del producto, óptima.
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