Antaño, ser fotografiado era algo extraordinario. Muchas fotos se hacían en los estudios de especialistas en tal labor. He aquí un ejemplo bien significativo. Su elegante protagonista, muy bien iluminada, posa con la bicicleta delante de un fondo (telón pintado) bucólico, pleno de encanto. Salta a la vista que aquellas imágenes tenían un aire especial, hoy tan evocador como entrañable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario