Antaño, tener en casa una máquina de escribir significaba tener un tesoro. Bastantes personas dispusimos de una como esta que vemos en la foto. Era de las más populares. La famosa "Olivetti" forma parte, sí, de la memoria sentimental colectiva. Qué años aquellos cambiando la cinta y pringándonos los dedos con ella, del Tipp-Ex primero de papelín y después de líquido y pincel, del papel de una cara negra para hacer copias del texto, etc. Queda claro que, por muy diversas razones, determinadas cosas del ayer son inolvidables.
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