A muchos nos cantaron de críos "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te llevará..." Menos mal que el famoso Coco, que debía ser un personaje terrible, nunca vino a casa. Al genial Goya también se lo debieron cantar. Por ello plasmó el asunto en uno de sus magníficos grabados. He aquí la obra. A pesar del Coco, ¡añorada infancia!
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